Tomelloso es el destino ideal para cualquier turista.No es así por una simple razón o por palabras sin fundamento, sino por un sinfín de oportunidades, elementos, curiosidades y enclaves que enamoran a cada visitante. Los miles de turistas que llegan cada año a la ciudad pueden dar buena fe de ello. Muchos de ellos repiten, y no es para menos.
Y es que Tomelloso ofrece una amplia y diversa oferta turística, algo que permite a toda persona vivir experiencias inolvidables en cualquier momento. De esta forma, uno puede visitar este paraje manchego en familia, con amigos o de forma individual porque cuenta con todo tipo de recursos, adecuados siempre a todos los públicos y gustos. Si estás pensando en vivir unos días frenéticos tan sólo tienes que fijar Tomelloso en el destino del google maps. Es el viaje que esperas y deseas. No te lo pienses más y comienza otoño por todo lo alto.
¿Qué te parece si brindamos en esta escapada con los mejores vinos de la tierra? ¡Allá vamos!.
Empezamos el viaje con el reclamo turístico más demandado en España. Su singularidad e historia lo convierten en algo único. En torno a 1820 se empezaron a construir bajo las casas de Tomelloso más de 2500 cuevas, utilizadas para hacer y almacenar vino. Por el papel que jugaron en el crecimiento de la ciudad, se puede decir que las cuevas de Tomelloso son, sin duda, el mayor patrimonio y uno de los más importantes que aún se conservan. No hay duda de que son una belleza de la madre tierra.
Pero esta ciudad manchega tiene más recursos. Las puertas de los museos tomelloseros se abren de par en par para recibir siempre a todos los curiosos. Estos enriquecedores y pintorescos espacios poseen un valor incalculable y describen a la perfección la historia de la ciudad. El Museo Antonio López Torres, el Museo del Carro y Aperos de Labranza, el Museo de Arte Contemporáneo Infanta Elena, el Museo Taurino y el Museo Virgen de las Viñas te envuelven en una aventura inolvidable. No defraudan y su visita merece mucho la pena. Cada uno de ellos esconde diferentes tesoros que debes descubrir por iniciativa propia. La pintura, el arte, la cultura, las tradiciones y la devoción de esta ciudad manchega tienen un lugar privilegiado en estos espacios culturales.
¿Te atreves a visitarlos todos?
El siguiente paso es hacer una parada en la increíble plaza de Tomelloso. El emblemático y soberbio edificio blanco del Ayuntamiento acapara la atención de todo curioso. Enfrente del Consistorio se localiza la majestuosa iglesia parroquial de la Asunción de Nuestra Señora, mientras que en el otro lado de la plaza se ubica la Posada de los Portales, que actualmente acoge y custodia valiosas exposiciones y muestras. Además, la Posada de los Portales es el único edificio declarado Patrimonio en Tomelloso. La amplia Plaza da paso a la calle principal de la localidad, eje comercial a la que se unen una serie de calles cortas y recoletas. En casi todas las calles de esta zona hay comercios y unos tradicionales y curiosos despachos de vino, que ofrecen un encuentro muy grato con una variada selección de productos de la tierra que se pueden adquirir tras escuchar los buenos consejos del tendero.
Y es que Tomelloso también está salpicada de bares y tabernas con animación y ambiente para todos los gustos. Hay calles desde las que se pueden observar edificios interesantes de finales del siglo XIX o de mediados del XX.
¿Aún no has decidido visitar Tomelloso?
También es ineludible conocer el pasado y el presente vinícola de la localidad con la visita a alguna de las muchas bodegas, estancia grata y relajante asegurada. Del mismo modo se deben contemplar las erguidas y centenarias chimeneas de las fábricas alcoholeras, cada una con su carácter y estilo único; existen rutas que ayudan a seguir un recorrido por el que disfrutar al máximo de las posibilidades que ofrece la ciudad. Tomelloso ha continuado su producción de vino de manera imparable y hoy ocupa un lugar privilegiado en la enocultura mundial.
Su gran valor natural y paisajístico se encuentra en la gran llanura con las infinitas hileras de viñedos y su cielo de belleza cambiante según las estaciones. Salpican este verde en verano u ocre del invierno las características arquitecturas populares, los bombos. Éstos son una de las señas de identidad de Tomelloso y ponen en evidencia la creatividad de los tomelloseros, que construyeron con sus propias manos los propios bombos, que servían de refugio para los agricultores. Existe una infinidad de ejemplares en el campo.
Cabe destacar que los bombos tienen su origen a partir de la segunda mitad del s. XIX, como consecuencia de la extensión del cultivo de la vid, utilizándose como morada durante las faenas agrarias. Están fabricados de forma natural con la piedra del lugar (lajas o lanchas), desenterrada por el arado y amontonada en las lindes. La construcción requiere una esmerada técnica, ya que se realiza piedra sobre piedra sin ligar con ningún tipo de argamasa (técnica que en arquitectura se denomina “piedra seca”). El techado o la cubierta se realiza en forma de falsa bóveda.
Después de esta increíble visita, el Santuario Nuestra Señora de las Viñas es el mejor escenario para tomar un descanso, eso sí, más que merecido. En el paraje de Pinilla, que está muy cercano a Tomelloso, se encuentra este templo donde uno puede recrearse en su extensa área arbolada y disfrutar de las increíbles vistas. En este paraje se celebra la Romería, declarada de Interés Turístico Regional, que tiene lugar el último domingo de abril.
La visita a esta ciudad manchega es una obligación. Porque merece la pena y porque sus enclaves enamoran. El vino endulza y la cultura cautiva. La gastronomía engancha y las vistas amarran. Si estás organizando un viaje de cara a las próximas semanas no olvides fijar Tomelloso como destino prioritario. Esta ciudad te espera.
Se puede obtener más información a través de la Oficina de Turismo de Tomelloso.